martes, 24 de abril de 2012

Corto. :)


-Mariana Espósito, por favor, pase al frente, y enséñenos que es lo que hizo.

Ella pasó al frente, y se acercó a la profesora. 

-¿Hace falta que me trates así, tía?- le preguntó ella en un susurro.

-Si, Lali. Dale, mostranos que es lo que hiciste. 

Aclaró la voz.  – Ésta es una canción que hice, después de la muerte de mi abuelo.

 Realmente lo amé y lo amo muchísimo. Sé que está conmigo de alguna manera, pero no es lo mismo. Ahí va. Para vos- dijo mirando hacia arriba, y acomodando sus dedos en la guitarra.

Los primeros acordes empezaron a sonar.

Hay un lugar
Al que me voy, cuando estoy triste.
Es un lugar 
Dentro de mí, que nunca viste.
Me lo inventé para sentir que me quisiste.
Es un lugar al que me voy cuando estoy triste.
Y si te vas, también me voy.
Y si no estás, tampoco estoy.
Y nada importa, nada sirve, nada vale.
Nada queda, sin tu amor.
Un laberinto sin final,
Donde me pierdo.
Y corro y corro sin parar
Y no te encuentro.
Y aunque de vos quiera escapar siempre me acuerdo.
Que existe en mi algún lugar, donde te tengo.
Y si te vas, también me voy.
Y si no estás, tampoco estoy.
Y nada importa, nada sirve, nada vale.
Nada queda, sin tu amor.


Ya bañada en lágrimas, se alejó corriendo al patio de la escuela. Llovía, que irónico.

-Lali, por favor, no estés así, me parte el alma.
-Lo extraño mucho, Euge, muchísimo. No puedo más, no puedo más.- y lloró aún más en sus brazos. Euge sabía todo de Lali, es su única amiga.

Más tarde, en su casa, estaba tirada en la cama haciendo nada. No sabía ni siquiera que es lo que pensaba, hasta que alguien tocó la puerta.

-Lali, ¿puedo pasar?

-Sí, tía, pasa.

-¿Cómo estás?

-Como puedo.- dijo en un tono triste.

- Yo sé que lo extrañas. Yo también lo extraño, a montones. Pero no te olvides, que él siempre está.

-Sí, ya lo sé. Solo que, como dije hoy, no es lo mismo.

-Hermosa la canción de hoy. Sabes que tenés un 10, ¿no?

Una pequeña risita se escapó de su boca.

-Gracias, tía. En serio, gracias.- y la abrazó fuerte.

Cuenta Lali:

Hola, soy Mariana, pero todos me dicen Lali. Vivo con mi tía desde que mis papás murieron en un accidente. Lo único que me quedaba era ella y mi abuelo, pero murió hace un mes, y no puedo superarlo. En realidad creo que ese tipo de cosas no se superan; hay que aprender a vivir con esos dolores, que son parte de la vida. Es dura la realidad, pero así es.

-Bueno, me tengo que ir. Tengo que hacer unos trámites.

-Bueno, chau, pero no vuelvas tan tarde. Sabes que no me gusta que estés en la calle a la noche, sos muy linda, y hay mucho loquito suelto.

-Bueno, está bien, cualquier cosa te dejé plata en la mesa. Te amo, cuidate. Chau.

-Tengo 17 años, eh, me voy a cuidar.

Y me quedé sola. Estaba yendo al living, para prender la tele, pero el timbre comenzó a sonar.

-¡Ya voy!- grité.

-Hola.

-Hola- era mi vecino, que también iba a mi mismo curso, en la escuela.

-Te quería pedir, si no es mucha molestia un poquito de azúcar, es que no quiero ir a comprar.

-Sí, ya te doy. Pasa si querés.

-Gracias. Que linda casa.

-Gracias, ya vengo.

Cuando volví, él estaba viendo unas fotos mías, de cuando era chiquita.

-Acá está el azúcar- dije sacándolo de las fotografías.

-Gracias, pero no necesito el azúcar.

-¿Eh? ¿Y para que viniste?- le pregunté sin entender.

- Es que quería hablar con vos, Lali. Mirá, yo se que estás muy triste por lo de tu abuelo, a mi me pasó lo mismo el año pasado con mi abuela. Y quería conocerte más. A parte, el súper mercado de la esquina tiene azúcar- me dijo con una sonrisita.

-Tenés razón. Entonces… ¿Te querés quedar?- le dije no muy convencida.

- Me encantaría. -me afirmó de nuevo con esa sonrisa.

- ¿Y qué podemos hacer?

-¿Querés tomar la merienda?

- Dale, pero no tengo nada más que chocolatada.

-No hay problema, esperame ya vengo.

A los 10 minutos, volvió con una bolsa.

-Traje facturas, espero que te gusten- me dijo con timidez.

-Gracias, Pedro- le agradecí con una gran sonrisa.

-Eh, preferiría que me digas Peter, Pitt, o algo así… No Pedro, suena tan… Formal.

-Está bien… Peter.

- Mucho mejor.

- Bueno, ¿y de qué querés hablar?

- De vos, de nosotros.
- ¿Eh?- ¿dijo “nosotros”?

-No, o sea, que me hables de vos, y yo te hablo de mí, de nosotros.

-Ah… Bueno, nada. Vivo con mi tía. Mis papás murieron hace 7 años, en un accidente de tránsito. Un conductor borracho los chocó de frente, y murieron en el acto, no se pudo hacer nada. Tenía 10 años, fue muy duro para mí. Crecer sin padres… Pero creo que todo pasa por algo. No sé por qué en este caso, pero bueno, tendrá su motivo.

- ¿Y qué es lo que te gusta hacer?

-Amo cantar. Compongo canciones, como la que escuchaste hoy, con los sentimientos del momento. Bailar también me gusta mucho, muchísimo. Iba a danza, pero dejé por lo de mi abuelo.

-Pero a vos te gusta, o no. A él, no creo que le guste que dejes algo que amas.

- Si, puede ser…

-Y… ¿novio? O, ¿algo sentimental?

- A penas tengo una amiga, ¿y voy a tener novio?

-Che, yo también quiero ser tu amigo, eh.

 -Sí, estás en camino…- dije con una pequeña sonrisa.

- Pero, ¿tuviste novio alguna vez? Si, sos hermosa.

- ¡Que chamuyero que sos! Y no, no tuve novio, ni siquiera di mi primer beso. En los boliches, viste que te piden, pero yo quiero que sea con alguien especial, ¿entendés? No con alguien que no conozco, y que encima no voy a volver a ver jamás.

-Si, te entiendo. Yo di mi primer beso a los 13. Ese noviazgo duró 1 mes nada más.

-Pequeña carcajada- Ahora contame de vos, que te gusta hacer, tu familia, novias, y todo.

-Bueno, también me gusta mucho cantar, y da la casualidad, que también compongo. Mi pasión es el rugby, juego en el club desde chiquito. Vivo con mi mamá, mi papá, y tengo una hermana, se llama Candela, te la tengo que presentar, se van a llevar genial. Y novias, no, no tengo. Estoy buscando el amor.

- Ah, ¿sí? Que romántico- risita. Ese chico me hizo olvidar de todo.

Se abre la puerta.

-Ya volví Lali, donde est… Hola.

-Tía, él es Peter, Peter, mi tía.

-Que tal, si sé quién es, Lali, está en tu clase, es mi alumno, y nuestro vecino.

-Buenas tardes, profe.

-¿Qué buenas tardes, ni buenas tardes? Son las 21: 30 de la noche!

-Ah, ¿sí? Uhh, ya me tengo que ir. Chau, Lali, la pasé muy bien, nos vemos en el cole. Chau profe, también nos vemos en el cole.

-Ay, no me digas profe, decime Emi.

-Bueno, chau Emi, chau La, nos vemos.

-Chau Peter- le dijimos las dos al unísono. A penas se cerró la puerta, Emi me miró con cara pícara.

-“Chau, Lali, la pasé muy bien”- dijo imitándolo.- ¿Qué estuvieron haciendo?- De nuevo cara pícara.

-Ay, nada, tía, estuvimos hablando, conociéndonos. Somos vecinos, y compañeros en la escuela, charlamos, nada del otro mundo. Compró facturas, hizo la merienda para los dos, y mientras estuvimos hablando, Nada más que eso.

-¿Compró facturas, y te hizo la merienda? ¿Vos viste como te mira, Lalita? A kilómetros, se nota que ese chico está muerto con vos.

- ¿Pero qué decís? Vino, me pidió azúcar, cuando se lo quise dar me dijo que era mentira, y que quería que nos conozcamos, y nada, eso.

-¿Y de que hablaron?

- De nuestras familias, de lo que nos gusta, si teníamos pareja…

-Y…

- No, no tiene novia. Me dijo que está buscando el amor…

-Ah no, ¡pero vos sos lenta! ¡Eso fue una indirecta!

-¿Vos decís? No creo… Es re lindo, mira lo que soy yo...

-Lali, sos hermosa.

-Se, claro. Es como decir que mido 1, 85.

-Ay, Lalita, Lalita. Yo les veo futuro.


A la mañana siguiente, fui a la escuela. Peter estaba ahí, sentado. Empezamos a charlar, y quedamos en encontrarnos  a la tarde en mi casa, como ayer.

-Hola, La.

-Hola Pitt, tanto tiempo- dije bromeando.

-Traje facturas de nuevo… Te molesta, ¿o querés otra cosa?

-No te hagas drama, Peter, me encantan las facturas.

Y así empezamos a charlar, hasta más o menos las 20:00.

-Lali ya son 20: 15 me debería ir yendo.

-Bueno, nos vemos mañana, ¿no?

-Sí, pero antes quería mostrarte algo. Nadie lo sabe, no se lo mostré a nadie.

-¿Qué es?

-Es una canción. ¿Tenés una guitarra?

-¿Una canción? Si, la tengo en mi pieza, ya la traigo- y salí como un flash. Es hermoso compartir con alguien algo que te gusta tanto.

-Acá está, dale, que me muero por escucharla.

Hay muñecas, que guardar
Ya es momento de dejarlas atrás.
Es la vida, y hay que aceptar
Cuando nos dice que debemos cambiar.
Y dejar de jugar, y ponerse a pensar.
Que es tiempo de buscar un amor, y vos que esperas.
Nena ya no hay cuentos de hadas,
Nena no te pierdas nada,
Nena te voy a buscar.
Nena ya no tengas miedo,
Nena no digas no puedo
Nena te invito a soñar.
Ya es muy tarde, para ser
Esa nena que hoy tiene que crecer.
Yo prefiero una mujer
Y todavía eso está por suceder.
No te gusta escuchar
No querés entender.
Que es tiempo de buscar un amor
O no lo sabes.
Nena ya no hay cuentos de hadas,
Nena no te pierdas nada,
Nena te voy a buscar.
Nena ya no tengas miedo,
Nena no digas no puedo
Nena te invito a soñar.
Nena ya no hay cuentos de hadas,
Nena no te pierdas nada,
Nena te voy a buscar.
Nena ya no tengas miedo,
Nena no digas no puedo
Nena te invito… Te invito a soñar.


Empecé a aplaudir.

-Me encantó Peter, en serio. Tendrías que presentarla en la próxima tarea de composición.

-¿Te parece?

-Si, en serio, es hermosa. Yo también estoy pensando en hacer una, pero te la voy a cantar cuando esté lista- dije con una sonrisa.

-Te tomo la palabra, eh. Gracias por escucharme, en serio.

-De nada, para eso estoy. Ay, estamos hablando como si nos conociéramos de toda la vida.

Carcajada por parte de él.-Si tenés razón, me voy, La, chau.- Y me dio un beso muy cerca de la boca-

-Chau, Pitt.- con cara de boba.

2 meses pasaron desde que empezamos a conocernos…


-Dale La, ya tenés la canción, ¿porqué no me la cantas?

-La vas a escuchar mañana, ¡no seas impaciente! Mañana en la clase la vas a escuchar.

-Bueno, está bien.

-Y también vas a tener tu respuesta…

-¿A qué?

-A lo que me dijiste la otra vez…

-¿Enserio?

Flashback:

-Lali, yo te quiero decir algo…
-Si, decime, Pitt, que pasa?
-Me estoy enamorando.
-En serio? – Y sentí dentro mío como algo se caía, no supe que era, hasta hace un tiempo, que le conté a Euge. -¿Conozco a la afortunada?
-Sí, mucho.
-Es Euge, ¿no? Si, es buena mina, ahora si la lastimas, te mato, y…-
-No es Euge… Sos vos, La.
-¿Yo?
-Sí, pero yo quiero saber, ¿qué te pasa a vos conmigo? No te voy a obligar a sentir algo que no sentís, sea lo que sea, lo acepto.
-Yo… Yo no sé lo que siento, dame tiempo para pensar.- y salí corriendo.

 Adentro mío, sentí una felicidad inmensa, pero también una confusión terrible. Iba a hablar con ella, la que siempre me entiende, la que me escucha, la que me ayuda y aconseja, Eugenia.

Fin de flashback.

-¿En serio me vas a dar la respuesta?

-Si, en serio. Te voy a decir lo que siento, no sé si es lo que querés escuchar, pero es así. Bueno, ahora me tengo que ir, tengo que prepararme.

Con cara de decepción. -Sí, yo también. Nos vemos mañana, La.

-Chau Pitt, nos vemos mañana- y salí de allí con una sonrisa en el rostro, obvio que no me vio. Y por supuesto, yo también estaba enamorada de él, pero tenía que hacer más interesante la cosa…

Es el día. Dios, que nervios.

-Mariana Espósito, al frente.

-Tía, te dije que dejes de decirme así…

-Sos parte del curso, Mariana, no soy tu tía, soy tu profesora; ahora anda a cantar.

-Bueno está bien…

-Esta canción se la dedico a alguien muy especial. Él sabe quién es.

Tomé la guitarra, y apoyé mis dedos en las cuerdas.

Me pasan cosas,
Que no comprendo.
Estás en todo, lo que yo pienso.
Sueño despierta con tu mirada,
Y si me miras, me siento rara.
Me pasan cosas, cuando te veo.
Estoy distinta, hay algo nuevo,
Me da vergüenza, que lo descubras.
Es tan difícil decir…
Te quiero, nunca lo dije.
Te quiero nunca me lo dijeron.
Te quiero lo digo suave.
Te quiero y nadie lo sabe.
Te quiero mi más que amigo.
Te quiero y todo tiene sentido.
Te quiero como los cuentos,
Mi príncipe azul, te quiero.
Me pasan cosas que no se explican,
Huelo a jazmines,
Río en tu risa.
Parezco tonta, estoy distraída.
Me siento grande,
Y muy chiquita.
Te quiero, nunca lo dije.
Te quiero nunca me lo dijeron.
Te quiero lo digo suave.
Te quiero y nadie lo sabe.
Te quiero mi más que amigo.
Te quiero y todo tiene sentido.
Te quiero como los cuentos,
Mi príncipe azul, te quiero.
Mi príncipe azul, te quiero.

Todos me aplaudieron, pasaron un par más, y él, cantó “Nena”, como le había dicho que haga. Salimos al recreo.

-¿Todo eso sentís?

-Sí, ¿te parece poco?

-No, yo siento exactamente lo mismo…

-Entonces…

-Te veo hoy en mi casa, después del cole. Te quiero llevar a un lugar muy especial para mí.

-Bueno, dale, nos vemos ahí, entonces.

Y entramos al aula, con nuestras mejores sonrisas.

Cuenta el narrador:

-Hola, Pitt.

-Hola, La.  Bueno, ¿vamos?

-Sí, pero ¿a dónde?

-Ah, sorpresa.

-No, decime, ¡¡por favor!!

-No seas ansiosa,  ¡es una sorpresa!

- Bueno está bien…

-Vamos allá está la parada del colectivo… Estoy ahorrando para un auto, para no tener que viajar en colectivo todo el tiempo… Espero que no te moleste…

-Pitt, mientras esté con vos no me importa nada… Enserio, no te preocupes por esas cosas, no me interesa lo material, me interesa como sos vos…- dijo con una sonrisa tímida.

La miró con cara enternecida-Tenés razón, bueno dale que ahí viene.-

El viaje dura bastante, pero ellos no se dieron cuenta, porque iban charlando, y riéndose todo el tiempo. Realmente cuando estaban juntos, no importaba lo demás.

Ya fuera del colectivo…

-Ay, Pitt, ¡es hermoso el lugar!

- Si, pero todavía no viste la mejor parte, toma, tapate los ojos.

-¿A dónde vamos?

-Vendate los ojos, enserio, confiá en mí, yo te guío.

-Bueno, está bien- poniéndose el pañuelo en los ojos.

-Dame tu mano, es por acá. Camina un poquito más, levanta el pie, cuidado, un poquito más, listo, podes destaparte los ojos.

-Peter, es hermoso- dijo ella casi muda de la impresión.

Era un lugar con pasto, a orillas de un lago, y alguien había preparado un pic-nik.

-¿Vos preparaste esto?

-Sí, vine más temprano, y le pedí a alguien que cuide todo, para que no nos saquen la comida.-

-Es realmente hermoso, Pitt, es precioso. Gracias.- dijo ella tímida.

-No hay porqué. La verdad, que disfruté hacerlo. Vení, comamos.

Ya pasado un rato…

Bueno, no solo te traje para comer, te quiero decir algo…

-Te escucho.

-Bueno, La, yo… Siempre, desde que te vi hace 7 años, cuando te mudaste acá, sentí curiosidad por vos… No sé cómo explicarlo… Me atrajiste desde el primer momento que te vi. Y cuando viniste a mi escuela, sentí más curiosidad, y nunca te diste cuenta, pero siempre te miraba, no sabía cómo hablarte, me daba miedo que me rechazaras. Pero ese día, que cantaste, y saliste llorando, no sé, sentí ganas de protegerte, abrazarte, de decirte que todo va a estar bien. Entonces me animé, con el pretexto del azúcar a hablarte.- carcajada por parte de los dos- Y tenías que sentir lo que yo sentía. Estaba extremadamente nervioso, te acercabas, y parecía que mi corazón se iba a salir del pecho. Eso pasa, todavía. Cuando estoy con vos me siento la persona más feliz, y llena del mundo. Siento cosas por vos, que, no puedo explicar con facilidad. Enserio Lali, estoy enamorado de vos, y… Bueno, yo recibí la respuesta que quería escuchar… Entonces, ahora, te pregunto: Lali, ¿vos querés ser mi novia?

-Bueno, yo te tenía de vista nada más. O sea, sabía quién eras, pero hasta ahí. Y cuando viniste a mi casa, sabía que iba a empezar a sentir cosas por vos, porque  sos una persona increíble, Peter. Pero yo pensaba que a vos no te iba a pasar nada conmigo, y acá estamos. Peter, yo también siento lo que vos sentís. Me encanta que estés conmigo, que me cuides, que me escuches… Me hacés feliz, Pitt, muy feliz. 
Gracias por todo, enserio. Y si, obvio que quiero ser tu novia.

Se miraron con cara de enamorados, perdiéndose en los ojos del otro, para encontrarse en un hermoso, y tierno beso.

lunes, 16 de abril de 2012

Bad time, good face.


-Por favor, te lo pido mamá, por favor!! No quiero ir!!!!!

-Hija, tenés 16 años, no podés portarte así!

-Y por eso, tengo 16 años, y no quiero ir ahí. No quiero conocer gente vieja, mamá.

-Hija, más respeto, que esa gente “vieja”, tiene mi edad. A parte va a estar la familia de mi amiga, que tiene un hijo de tu edad, y una nena, y un nene. Podes hablar con ellos, en serio, la vas a pasar bien!

-Prometeme, que después hacemos algo que yo quiera.

-Ay… Bueno, está bien, te lo prometo. Después hacemos lo que vos quieras.

Y ahí llegamos, a ese lugar que no quería ir. Hola, soy Lali, y saben qué? No quiero estar acá. Es toda gente grande, que  habla de negocios, y cosas que no son divertidas, cosas que no entiendo, que son aburridas. Pero bueno, mentalizate Mariana, es hoy, después van a hacer lo que quieras. Si, toda cosa mala, tiene un lado positivo.

-Lali, Lali!

-Que pasa, ma?

-Quiero que conozcas a Emilia, la amiga de la que te hablé.

-Hola, Emilia.

-Ay, por favor, decime Emi, sos preciosa! Tu mamá me habla maravillas de vos. Mirá, te presento a mis hijos, Guadalupe, que tiene 9 años, Cristóbal, que tiene 10 y Juan Pedro, que tiene 16.

-Hola.

-Hola- dijeron al unísono, pero el único que no parecía contento, era Juan Pedro. Que lindo que era!!!

-Bueno, los dejamos que se conozcan, volvemos en un rato.

5 largos minutos después:

-Y… Que hacemos?- pregunté nerviosa, detesto conocer gente nueva, nunca se que decir.

-No sé, ni siquiera te conozco.- perdón, Pedro me habló así? Este chico tiene que saber, que no me dejo tratar mal. Le iba a contestar de mala manera,  pero Guadalupe me ganó.

-Sos tonto, Peter? Cómo le vas a habar así a…

-Mariana, pero todos me dicen Lali.- dije con una sonrisa. Esa nena me empezaba a caer bien.

-Si, es verdad, Peter. Tenés que ser un caballero. Perdonalo, lo que pasa es que está de mal humor, no quiere estar acá- aclaró el chiquitín, Cristóbal.

-Está bien, yo tampoco quería estar acá, pero bueno, así son las cosas. A parte, ahora estoy hablando con ustedes, la cosa se está poniendo interesante- dije guiñándoles un ojo.

Estábamos en una casa, que tenía un jardín enorme.

-Qué les parece si vamos al jardín y jugamos?

-Si!- gritaron los enanos, y salieron corriendo para afuera, el que se quedó fue Peter.

-Vos no querés venir? Si, ya se, no querés estar acá… Pero bueno, lo estás. Mirale el lado positivo, nos conocimos- dije yéndome con una sonrisa. No es que quería provocarlo… creo.

Como me encariñé con los enanos! Estuvimos jugando un montón de tiempo. El caño del hermano mayor, no apareció.

 Sé que no tiene nada que ver, pero me dieron unas ganas tremendas de comer un helado, y vi que en la esquina hay una heladería... Así que se me ocurrió llevarlos ahí…

-Ma, Emi, podemos ir a tomar un helado? La heladería está en la esquina.

-Por mi no hay problema, Gime?

-Por mi tampoco, pero esperá que te doy la plata.

Y fuimos, felices por nuestro helado. Después de tomar el riquísimo helado los estaba esperando en una mesa, ya que quisieron ir al baño…

-Hola.

-Hola. Se te pasó el mal humor?- Si, el caño del hermano mayor estaba ahí.

-Si, perdón por como te traté hoy, es que quería estar con mis amigos, y bueno, me puse de mal humor…

Asentí, comprendiéndolo. Yo tampoco quería estar ahí, al principio. Quería estar con mis amigas, y todo. Pero conocí a dos bellas personitas, y a un chico hermoso. Todo tiene su lado positivo.

-Y si tenés razón. El lado positivo es haberte conocido.- se puso todo colorado, como un tomate.

Largué una pequeña carcajada, era tan tierno.

-Si, la verdad que si. Me llevo re bien con los chiquis, y espero que con vos también.

En eso aparece Cris.

-Te está tratando mal de nuevo, La?

-No, se está portando muy bien.- dije yo, justo cuando  Guada salió del baño.

Así los cuatro salimos del local, los dos chiquis corriendo, dejándonos atrás.

-Te dijeron alguna vez que sos hermosa?

-Si, varios chamuyeros como vos…

-No soy chamuyero, te juro que es verdad. Sos hermosa.

-Entonces tenés que verme cuando estoy recién levantada- dije irónica.

-Seguro que sos hermosa igual.- de nuevo se puso todo rojo… Ese chico me quiere matar de ternura? Porque es lo que va a lograr.

Volvimos, y ya nos teníamos que ir.

-Chau, me encantó haberlos conocido.- dije con una enorme sonrisa.

-A nosotros también, gracias por cuidar a los chicos!

-Fue un placer. Espero volver a verlos, chau!!

Habla Peter:

Y así se fue Mariana, o mejor dicho Lali. Que linda que es! Esa sonrisa tan angelical, esos ojos profundamente negros, y esos labios que me moría por besar, y… Esperen. Jamás dije cosas así de una chica. Será que… No, amor? En un solo día?  Quiero y voy a averiguar esto que siento, así que no tengan la menor duda, de que nos vamos a volver a ver.